Pasos para una Vida Verde

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El calentamiento global no es simplemente el tema de moda. Por el contrario, es una preocupante realidad, que si no se toma con seriedad podría afectar de manera inmediata y negativa la calidad de vida de nuestra especie.

Si bien es cierto que el cambio climático se puede atribuir a un gran número de factores, entre los que indiscutiblemente se encuentran los ciclos naturales de la Tierra; también es cierto, que nuestro comportamiento como especie frente al medio ambiente (sobre todo de países industrializados, precisamente por su nivel de consumo, utilización y manejo de recursos e industrialización) ha contribuido a la aceleración y degeneración de estos procesos, de consecuencias gravísimas para el planeta. Lo positivo es que, aun para los científicos más pesimistas, esta realidad puede modificarse; pero es necesario el compromiso y la acción de todos: gobiernos, industrias, teóricos, científicos, y ciudadanos comunes y corrientes de cada país del mundo.

Nuestro planeta está enfermo. Desafortunadamente es una realidad a la que todos los seres humanos, en todos los niveles, nos vemos enfrentados en la primera década del siglo XXI. Realidad a la que se adhieren cada vez más voces reclamando acciones concretas, que contrarresten y controlen el problema.

Por su parte, El Vaticano, a la cabeza del Papa Benedicto, se refirió al problema del calentamiento global afirmando que “el cambio climático y el abuso del medio ambiente van en contra de la voluntad de Dios” urgiendo a todos los católicos “a volverse completamente Verdes”. El Papa Benedicto hizo un fuerte llamado a obispos, científicos y políticos a “respetar la creación mientras se concentran en las necesidades de un desarrollo sostenido”.

La revista Time publicó un especial dedicado al tema del calentamiento global bajo el título “Calentamiento Global: Guía del Sobreviviente, Las 51 Cosas que Usted Puede Hacer para Marcar la Diferencia”. Escogimos algunas de ellas que consideramos fácil de aplicar a nuestra vida cotidiana para que usted sepa qué puede hacer para contribuir al mejoramiento del planeta.

Primero, Piense Verde. Debemos re-educarnos acerca de cómo nos relacionamos y cómo vivimos con y en el medio ambiente. Pregúntese: que tan eficientes, en cuanto al uso de recursos, son nuestras casas y qué tipo de vehículos manejamos.

Modificaciones simples en nuestras casas pueden reducir hasta en un 40 % el costo de la energía. Por ejemplo, concéntrese en las ventanas: controle el calor, el aire y la humedad sellándolas y ventile su casa abriendo todas las ventanas.

Remplace los bombillos tradicionales, por el bombillo fluorescente (CFL). Que aunque es más costoso que uno tradicional: consume 1/15 de energía total que el bombillo tradicional; y dura años, mientras un bombillo tradicional dura en promedio 18 meses. Los CFL contienen 5 mg de mercurio por lo que deben ser reciclados.

Escoja espacios pequeños para vivir. Olvídese de las casas grandes y mansiones. Una persona “Verde a conciencia” vive en espacios pequeños: apartamentos y preferiblemente en edificios con muchos pisos. Los lugares grandes requieren mucha más energía para mantenerse, así tengan instalados sistemas que mejoren su eficiencia.

Modifique sus hábitos al lavar su ropa. Lave menos veces a la semana y llene la lavadora de ropa. No use agua caliente. Trate de no usar la secadora y cuelgue su ropa para que se seque naturalmente (donde sea permitido). Y si está en condiciones de comprar lavadora o quiere cambiar la que tiene, el mercado ofrece lavadoras eficientes, que utilizan hasta 1/4 menos de energía que las lavadoras antiguas.

Use el servicio de transporte público. Los vehículos son responsables del 30 % del dióxido de carbono emitido en los EEUU. Una de las mejores formas de reducir este número es tomar el subte, colectivo, el tren o cualquier medio de transporte público que este disponible. Si el colegio de su hijo tiene transporte escolar, utilícelo; se ahorra tiempo, gasolina y pone su granito de arena para cuidar el planeta. Otra alternativa es turnarse con algún vecino para llevar los niños a la escuela e inclusive ir al lugar del trabajo, conocido por el término de inglés ‘carpooling’.

Pague sus cuentas por Internet. Con esto esta salvando no sólo árboles sino el combustible utilizado en el ir y venir.
Deje de prender tanto el aire acondicionado cada vez que tiene un poquito de calor. Mantenga el termostato de su casa un par de grados más arriba de lo normal. 

Trate de no consumir mucha carne. Según el reporte de las Naciones Unidas, un automóvil es menos responsable por el calentamiento global que una hamburguesa. La industria de la carne genera el 18% de emisiones de gas en el mundo (más que el transporte). Cambiar su auto por un híbrido le ahorraría al planeta una tonelada de bióxido de carbono al año, mientras que volverse vegetariano, le ahorraría al planeta 1.5 toneladas.

Lleve sus bolsos de tela al supermercado. Diga no a las bolsas plásticas. Lleva un poco de tiempo acostumbrarse pero es cuestión de práctica.

Compre productos locales. Con esta medida no sólo contribuye a los pequeños negocios de su área, sino que salva combustible utilizado en el transporte de productos que vienen de otros países.

Apague su computadora. Aproximadamente el 75% de energía que se consume en casa es utilizado por electrodomésticos que siempre están listos paras ser usados, como la computadora. Así que apague todos sus electrodomésticos una vez termine de usarlos y no los deje en “standby”. Esto también se aplica para las oficinas, asegúrese de apagar todo (computadores, monitores, luces, faxes, impresoras, etc.) antes de irse a casa cada día.

Chicas: Usen maquillaje verde, ecológico. Mejor para su piel y para el medio ambiente. Hay un sinnúmero de compañías que ofrecen maquillajes y productos para el cuidado de la piel libres de tóxicos. 

Procure no utilizar muchos empaques. En un restaurante, por ejemplo, déle mejor uso a las servilletas; cuando le sobren devuélvalas. Use lo necesario y lo demás deje que sea usado por otros.

No use tantos fertilizantes para su jardín. Hay varias alternativas para reemplazar los fertilizantes derivados del petróleo para embellecer y cuidar su jardín.

En su auto. Procure no manejar sólo, únase al “Carpool Club”. Revise el aire de sus llantas y hágale mantenimiento a su carro frecuentemente. Éstas iniciativas ayudarán a ahorrar gasolina; así generará menos CO2 para la atmósfera.

ASUMAMOS UNA ACTITUD RESPONSABLE Y ACTIVA FRENTE A UN PROBLEMA QUE ES  DE TODOS.

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