Como impactara el calentamiento global en Argentina

lunes, 30 de noviembre de 2009

Gran parte de nuestro territorio tendrá inviernos más templados, veranos más sofocantes y una Ciudad Autónoma de Buenos Aires casi, casi tropical.
A continuación, la entrevista completa.

RP.- ¿Cómo se está enfocando en Argentina el problema del calentamiento global?
El cambio climático es la mayor amenaza ambiental de este siglo, con consecuencias económicas, sociales y ambientales de gran magnitud. Todos sin excepción; los ciudadanos, las empresas, las economías y la naturaleza en todo el mundo están siendo afectadas. Dada la complejidad del problema y su multicausalidad, las acciones tendrán que encararse desde distintos flancos; ninguno de ellos de fácil resolución.
Por otra parte y debido a que el cambio climático constituye un problema de características mundiales, la acción de unos pocos países sin el compromiso real del resto de los países del mundo, especialmente los más poderosos y desarrollados, no conducirán a la solución ni a la minimización del problema.
La Argentina no posee, ni puede tener, por ahora, una planificación a mediano o largo plazo que le otorguen posibilidades de adaptarse a los problemas que ocasionarán los efectos del cambio climático.
Si bien es posible identificar, a grandes rasgos, los fenómenos derivados del cambio climático que están empezando a afectar al país, se ignora cuáles serán las áreas y las poblaciones más damnificadas. De esta manera, resulta imposible prever medidas para evitar o minimizar la influencia del aumento de la temperatura del planeta.
Esto sucede porque no existe en el país un sistema complejo e integral que permita realizar mediciones hidrológicas y climatológicas que permitan obtener los datos necesarios para dar origen a un diagnóstico y poder así diseñar una política estratégica para contrarrestas las consecuencias del cambio climático.
Esta planificación, que debe exigirse desde todos los sectores: económico, político, sociales, ambientales... permitirá tomar acciones que prevean, reduzcan y desaceleren los cambios del clima.

RP.- ¿Cuáles son los peligros de este fenómeno? ¿de qué plazos de tiempo estamos hablando?
Los próximos años serán cruciales. Una pata importante de esa carrera contra el tiempo es el acuerdo al que puedan llegar los países desarrollados y en vías de desarrollo. También es muy importante comprender que con sólo eso no alcanzará, que se necesita mucho más.

RP.- ¿Cómo afectará particularmente a Argentina?
En la República Argentina, con su inmensa variedad de suelos y climas, no se queda afuera de estas proyecciones climáticas. Algunos serán cambios negativos, otros positivos. Inviernos más templados reducirán el abultado gasto en calefacción de los habitantes de la Patagonia, pero el aumento de precipitaciones asociado empeorada allí los problemas de erosión. Algunas regiones poco productivas podrían verse beneficiadas por un incremento de la actividad agropecuaria.
El Litoral y la Pampa Húmeda sufrirán inundaciones más frecuentes, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires soportará mayores precipitaciones y veranos más sofocantes.
Los eventos extremos, como tormentas, sequías, olas de frío o calor, serán más comunes. Otro aspecto importante será el agua. La región de Cuyo podría sufrir sequías importantes al disminuir la cantidad de nieves en las altas cumbres. A su vez, la Capital Federal podría también tener problemas de abastecimiento de agua potable por el aumento del nivel del mar previsto entre 9 y 88 centímetros, que afectará al Río de la Plata. Los vectores de enfermedades, como el dengue y el paludismo, ya han iniciado su migración hacia latitudes templadas.
Así, generalizando, gran parte de nuestro territorio tendrá inviernos más templados, veranos más sofocantes y una Ciudad Autónoma de Buenos Aires casi, casi tropical. Con lluvias breves e intensas, seguramente los pulóveres de lana gruesa y las camperas más abrigadas pasarán definitivamente a cuarteles de invierno.
En promedio, la temperatura aumentó un grado en el territorio argentino durante el último siglo. El promedio de catorce modelos climáticos prevé un incremento de 1,5 grados más para el año 2030 en el norte del país -donde las zonas de calor se harán más severas-, y de 0.7 grados en el extremo sur.
En la desembocadura del Río de la Plata, el mar creció 17 centímetros durante el siglo XX, y se estima que a lo largo del siglo XXI podría subir otros 50 centímetros.

RP.- Las energías alternativas son parte de la solución, ¿en nuestro país nos aprovechamos de ellas?
Las energías alternativas son una parte de la solución, ya que mitigan los impactos en la atmósfera de los gases contaminantes como el dióxido de carbono y el metano, entre otros.
Las fuentes de energía renovable son confiables, inagotables, y se generan a partir de combustibles de libre acceso y gratuitos como el viento, la radiación solar, la biomasa y las corrientes de agua. Aún existen 2 mil millones de personas que no poseen ningún tipo de fuente de energía en todo el mundo, en Argentina esta cifra trepa a casi 2 millones de personas y unas 2 mil escuelas rurales sin suministro eléctrico. Hoy no existen razones para que estas necesidades no sean satisfechas. Las fuentes de energía renovable ofrecen un potencial enorme para solucionar este problema.

Agencia Realpolitik
18/08/2009

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